Regata La Dragonera 2011
Una edición histórica de esta tradicional regata de altura, la Dragonera, organizada por el CN EL Balís y el CN Andratx. Récord de la regata en tiempo real del velero Duende (12 horas), más de 8 kts de media a bordo del Hydra, y toda la noche sin dormir, para lograr un merecido tercer puesto (bueno, merecíamos el segundo, pero ya se sabe que no hay nada seguro hasta cruzar la línea de llegada 🙂
Otras cifras curiosas, en algún momento de la regata habían más de 75 nm de diferencia entre el primer y último participante, y es que las condiciones méteo fueron implacables con quienes no consiguieron salir rápido de la zona de calmas pegada a la costa. Los participantes en solitario o a dos aún lo tuvieron más difícil pues salieron 5 minutos después y eso marcó una gran diferencia. Mientras nosotros, una vez alcanzada la franja de viento de tramontana a unas millas de la costa, planeábamos con el asimétrico con puntas de 12 y 14 kts, ellos se desesperaban durante horas en calmas y ventolinas. El resultado, para nosotros, acabar la regata en menos de 16 horas -sin dormir- y disfrutar de un descanso en Andratx, acogidos por el Club Náutico y en compañía de las tripus del Tete, Dimna y Geure Eskarretxe, mientras que otros estaban hasta 30 horas para terminarla.
Unas fotos de la regata, a la espera de poder editar el vídeo:
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¿Qué he aprendido en esta regata?
Hay que llevar el trapo justo, ni poco ni mucho. Si vas pasado de vela, aunque tengas puntas de velocidad mayor, lo pierdes en orzadas y problemas, además de que arriesgas romper material o que alguien se haga daño. Así que no hay que ser avaricioso y reducir cuando haga falta. Casi siempre compensa.
Estudiar la méteo y tratar de tomar la estrategia correcta aunque en las primeras millas no hagamos el rumbo directo. En esta edición, alcanzar la tramontana antes de que rolase el viento en la costa era prioritario y el resultado lo demuestra. Aunque nuestro rumbo inicial no era perfecto, si nos permitía más velocidad justo en la dirección en que se suponía que encontraríamos el viento. Y funcionó.