Fotos Travesía Pitiuses 2009
Y se lió el pollo
Esto de las regatas tiene su gracia. Las maniobras son complejas, eso no puede negarlo nadie. Se trata de coordinar a varias personas para ejecutar una coreografía de movimientos impecable, siempre adaptada a las características del viento, las olas, las reacciones del timonel y de los otros barcos… En definitiva, que cada maniobra es distinta a la anterior, y a menudo se lía un pollo, aunque no siempre nos toca a nosotros.
Va de regatas…
Al poco de volver de Cabrera teníamos la última regata correspondiente al Trofeu Port de Mataró (Trofeo de las regatas de los domingos) en que participo como tripulante del Naruto.
Una Barlovento-Sotavento de tres bastones (ida-vuelta-ida). Buena salida, buen primer bastón, el largo de empopada correcto y al arriar spi para iniciar el tramo final, una mala maniobra y perdemos tres posiciones. Así que sin pensarlo dos veces nos lanzamos al bordo contrario al resto de la flota, buscando más viento mar adentro, y la cosa funcionó. Entramos segundos tras el Mentha (First 45) y primeros en tiempo compensado. Sumando los puntos, nos colocamos en cabeza de la clasificación no sólo en nuestra categoría, sino en la general Força Naruto!.
Atención a la espectacular entrada codo a codo con el Petrvs, que se puede ver en el vídeo…
.
Buen ambiente en el Naruto, creo que poco a poco nos vamos compenetrando como tripulación. Ahora ya sólo meto la pata tres o cuatro veces por regata 🙂
Siguiendo a la Polar (y II)
Ya baja el sol, así que tomo el camino de vuelta y me reúno con los cofrades asistentes a la kdd en la vieja cantina del puerto. El puerto de Cabrera está compuesto de un pequeño muelle y de cuatro barracones heredados del antiguo destacamento militar que cuidaba la isla. Ahora lo aprovechan los guardas del parque y gente de Medio Ambiente, que supongo que vienen a temporadas a hacer estudios de aves o peces o vete tú a saber.
Buen ambiente, alguna cara conocida, muchas por conocer. Los organizadores de la kdd (Quedada) tienen el acierto de repartir unos cartelitos con nuestro nick en el foro de la taberna, así que me paseo para poner cara a los nombres que ya conozco. Regalitos, camiseta recuerdo con bonito logo de la kdd, sobrasada casera, revistas, un montón de detalles. ¡Bravo por la organización!
Como ya se ha hecho tarde, decido dejar el buceo para mañana y nos acercamos al barco a coger cosas para complementar la cena en el puerto. Rompemos otro fusible de la fueraborda y toca remar de nuevo. Al final creo que acabamos rompiendo como siete. Tomás se dedicó a construirlos aprovechando viejos tornillos en cuanto se acabaron los repuestos. Cena en el muelle y nos volvemos con el dinghy (otra vez remando, por supuesto) al Santa Clara, donde los Jaimes intentaron convertirme en mallorquín de adopción a base de pomada, un engendro de 90% ginebra xoriguer y diez por ciento de limón para disfrazar. Tras el segundo considero que el rito iniciático ha sido superado y me arrastro a mi camarote usando los codos.
Me levanto oyendo un revuelo de zafarrancho. La tripu del First ha partido a las 7 am y Tomás quiere salir enseguida para poder ayudar si tienen algún problema. Los Jaimes y sus Almirantas aceptan ser desembarcados en un puerto que no nos obligue a desviarnos mucho de la ruta. Será en El Toro en vez de en Palma, lo que nos quita un rodeo de casi 4 horas. Todavía con la legaña y asumiendo que no hay buceo que valga, ayudo a preparar, subir el dinghy a cubierta, liberar fondeo y nos vamos.
A la salida de la bahía, un buen viento de través nos hace volar entre 7 y 9 nudos rumbo a Cabo Blanco. Frente a la bahía de Palma el viento cae y tenemos que poner motor. Llegamos al puerto de el Toro, nos abarloamos en la gasolinera para desembarcar a los mallorquines y aprovechamos para llenar depósitos de gasoil. Vuelta a la mar, izamos mayor y ponemos rumbo a Dragonera, cuando recibimos nueva llamada del First. Pasado Dragonera hay muy mala mar, debido al temporal que hay en Menorca, así que han dado la vuelta y pretenden amarrar en Port Andratx para dejar el barco y volver en avión. Reunión frente a la bocana de Port Andratx y hacemos un cambio de tripu. Dos de ellos se vendrán en el Sant Clara y yo paso al First para ayudarles en el traslado. Volvemos a zarpar i Enric me comenta que pasada la protección de la isla de Dragonera hay olas bastante grandes y poco viento. Un baile, vamos.
Intentamos poner rizos a la mayor y se parten los cabos, así que improvisamos uno de fortuna sujeto al puño de escota, que al cabo de un rato se afloja porque también se ha partido el pajarín. Reforzamos con otro cabo y cruzo los dedos mirando la driza de la mayor. El Santa Clara nos sigue bien cerca, aunque la VHF se oye muy mal.
El piloto es poco potente y parece que no puede con el oleaje, así que llevamos a ratos el timón a mano, hasta que un olor a quemado y todos los displays apagados (GPS, piloto, viento, sonda) nos convencen de que no tenemos baterías. Vaya, justo ahora que está oscureciendo. Informamos al Santa Clara, medio a gritos y medio a gestos y nos responde que se quedará cerca toda la noche. Él será nuestras luces y nosotros colocamos un frontal en la popa para que él pueda vernos y no nos aborde en plena noche.
Suerte que cogí mi Aventura. Lo tengo desde la semana pasada, para la bioci y el coche, pero aún no he podido estudiar bien como funciona. Ni siquiera tengo cartas marinas, pero como Garraf está en la costa, cargo el mapa de carreteras, marco un waypoint y apuntamos allá. Nos sale un rumbo 352º. Usaremos el compás, alumbrándolo con otro frontal, y comprobaremos el rumbo en el GPS cada hora como máximo para no gastar la batería iluminando la pantalla.
Al cerrarse la noche, distingo el la Osa Mayor y recuerdo aquel truco para localizar la estrella Polar. Con nuestro rumbo la hemos de llevar a la altura de la cruceta. A ratos una nube la cubre y usamos alguna otra estrella. Una gran sensación, sentir la olas por la amura de estribor y el barco escalándolas una tras otra, las correcciones del timón se hacen ya casi automáticas, siguiendo la cadencia que marcan las olas, casi nos anticipamos para evitar la S incómoda para los que duermen. Hemos decidido guardias de dos horas por parejas y llevamos el chaleco «por si acaso». No me quiero ni imaginar recoger a un tripulante en esta noche y sin luces, brrr.
El Santa Clara sigue cerca, algo más distanciado para evitar un abordaje por un despiste, pero siempre a la vista. A media noche el oleaje es menor y sopla algo de viento de sur. En mi siguiente guardia veré amanecer y luego volveré a dormir, mecido por las olas que ya entran por la aleta de babor, con Enric al timón y Ferran, que cada vez lo hace mejor.
Cuando despierto por la mañana, ya se ve la costa. Miro el GPS, un track bastante recto, nada mal y la batería todavía a tres cuartos de carga. Al rato llegamos a Garraf, amarramos de forma impecable y nos sonreímos complices de esta noche mágica, en que hemos navegado, confiando en el barco y en las estrellas (siempre bajo la protección de Santa Clara) Casi, casi, como los viejos navegantes 🙂
Problemas y soluciones:
- Al First se le estropeó el rodete de la bomba de refrigeración. Hay que llevar recambios.
- Al Oceanis le entró aire en el circuito del gasoil. Tomás desmontó y comprobó en 15 minutos el prefiltro, el filtro de gasoil y la bomba de inyección. Hay que aprender mecánica básica y practicar para que no te venga de nuevo.
- Al First se le quemó parte de la instalación eléctrica porque le habían hecho una chapuza usando cable demasiado fino. Hay que hacer las cosas bien, o se estropearán en el peor momento
- Partimos varios fusibles de la hélice del fueraborda. Creo que ahora ya se cambiar si vuelve a ocurrir.
- Nos quedamos sin instrumentación, aunque había compás, barco de apoyo y GPS de respeto, peeero, creo que es interesante aprender navegación astronómica. Ese será otro de los objetivos.
Hay también un vídeo de la singladura, aquí.