Vídeo Ophiusa 2011
Unas imágenes de la VIII Regata Ophiusa. Una edición dura pero divertida. Con viento de NE Fuerza 7 y un chubasco para rematar la jugada.
Como el año pasado, a bordo del Hydra.
Unas imágenes de la VIII Regata Ophiusa. Una edición dura pero divertida. Con viento de NE Fuerza 7 y un chubasco para rematar la jugada.
Como el año pasado, a bordo del Hydra.
Acabada la regata Ophiusa, tras un día fantástico, descansando, redescubriendo algunos rincones de la isla; dejándonos invadir por la calma y la luz de Formentera, tocó el momento de partir. Tuvimos que esperar unas horas a que amainase el fuerte viento de N y así no encontrar tanta mar de proa que haría incómodo y lento el viaje. Partimos cerca de las 18:00, esperando encontrar abrigo a lo largo de la costa de Ibiza durante las primeras horas de la travesía. Iremos cuatro, pues Quico y Marc se encargan de ayudar a traer al Cometa (Un Salona 37) de vuelta a El Balís; su armador se ha lesionado una mano y ha tenido que volverse en avión
Al poco de superar la isla de Tagomago, la mar de fondo se dejaba notar. Generada probablemente por la tramontana del Golfo de León, aquí llegaba una ola larga que no llegaba a ser incómoda. Parece que elegimos bien la hora de salida. Por la VHF se escuchaban los reportes de veleros que habían decidido salir por la mañana y que mantuvieron una media penosa de 3 kts con frecuentes pantocazos y el viento de proa constantemente.
Al oscurecer no teníamos casi viento, motor a 2600 RPM y encendemos las luces de navegación. Yo me acuesto pronto, tengo sueño así que haré una guardia más tarde. Me despierto sobre las 03:00, está entrando algo de viento y rolando a E. Por la radio escuchamos barcos que, unas millas más adelante anuncian rachas de 20 kts. Rizamos la mayor en previsión, siempre es más cómodo hacerlo antes de que entre la castaña, y más de noche. Óscar va al palo con el arnés y yo ayudo desde la bañera. En 5 minutos queda listo, y 5 minutos más tarde nos encontramos el viento anunciado.
Me paso varias horas al timón, identificando constelaciones, algunas de memoria y otras en una aplicación del iPhone de Óscar que con sólo apuntar al cielo te dice cuál es cuál. Acojonante eh!
Por estribor se ve la contaminación lumínica de la isla de Mallorca, reflejada en la capa de inversión, que se aleja dejando sólo la luz intermitente del faro de Cabo de Formentor, 4 destellos, 20 segundos y vuelta a empezar.
Una luna enorme, que aparece poco antes del amanecer nos deja sin estrellas. Hace frío y la humedad va calando poco a poco. Me cubro bien y espero al mejor momento de la travesía: el amanecer en el mar. Cuando llega estoy tan tieso que ya no estoy tan seguro de que sea el mejor momento de la travesía, pero agradezco que salga el sol para ir desentumeciendo todo el cuerpo.
El sol trae más viento, del través. Seguimos con un rizo y con solo la vela mayor conseguimos medias de 7 nudos. Ahorramos combustible que queda poco. Los delfines vuelven a visitarnos y el día transcurre tranquilo hasta el atardecer. Ya frente a Barcelona izamos «la metralleta asesina», el asimétrico para ventolinas que nos salvó en Tagomago, y que aquí nos ayuda a mantener un poco la media… aunque por un rato y a un rumbo que ya no nos conviene. Acabaremos encendiendo el motor y enfilando directamente a la bocana del Port de Mataró.
Aquí un vídeo de la travesía de vuelta. Si lo ves demasiado largo deja un comentario y el próximo será más breve 🙂
Música del vídeo:
«slumlord» by lo tag blanco
Con licencia Creative Commons
«Music From The Sea» by Kamihamiha
Con licencia Creative Commons
Antecedentes: el año anterior fue mi primera regata de altura, así que no pensaba perderme la ocasión de repetir. El Naruto no se apunta, así que quedo con Rik, del Telémaco, aunque ellos van bastante llenos. Óscar, patrón del Tanit necesita tripu, así que… vamos pallá!
Tren hasta Sitges, bajo a Aiguadolç donde buena parte de la flota ya se encuentra amarrada. Descargo la bolsa en el Tanit y vamos a hacer unos arreglos del cable del cargador que no funciona bien. Por la tarde encuentros varios con amigos y conocidos y cena en la discoteca Pachá, que todo hay que decirlo, se lo curraron dando mucho y bueno. Este tema fue una de las (pocas) quejas de los participantes en la edición anterior y este año lo han solucionado de modo impecable. Bravo por los organizadores que escuchan.
Ahora ya conozco a toda la tripu: Óscar, Dani, Toni, Xavi, Marc, Quico y Quim. Tras negociar el avituallamiento, nos vamos al barco cargados con un tupper que dará que hablar. Por la mañana, café rápido y reunión de patrones (Briefing Méteo y de seguridad) donde se confirma lo que ya anunciaban, tendremos viento de morro casi toda la travesía.
Zarpamos sobre las 11 para ir trimando todo el aparejo con tiempo y nos vamos cruzando con el resto de embarcaciones, ¡más de 60! inscritas en la prueba. Un día soleado y brisa suave, ideal para aprender a navegar.
Suena la señal de salida y nos lanzamos a por la boya de desmarque, que no viramos de inmediato como todo el mundo. Seguimos ganando barlovento pues la única opción de role anunciada para mañana es hacia el SW e interesa ir ganando algo. En este momento tenemos viento de S, que es justo el rumbo al que hay que ir, así que no nos permite rumbo directo, como suele ocurrir en el Mediterráneo. Al cabo de un buen rato hacemos el bordo y en pocas horas nos colocamos con el grupo de cabeza pero bastante más a barlovento, lo que es una ventaja, si no rola al revés, claro está.
Como no sopla demasiado fuerte y el Tanit, un Grand Soleil 40, es especialmente bueno con este viento, atrapamos a barcos de mayor eslora que se ven penalizados por su desplazamiento. La pequeña ola de proa la superamos adelantando un poco el carro del escotero del génova. De ese modo la vela de proa embolsa un poco más y tiene más potencia, a costa de perder algo de velocidad y ángulo, claro, que aquí nadie regala nada.
Pasamos la tarde en compañía de delfines que saltan en nuestra proa, disfrutando de la puesta de sol y cenando una estupenda fideuá-instant con croquetas. En la rueda de reconocimiento de las 00:00 (por seguridad cada 6 horas la organización contacta con todos los barcos por radio para saber la posición) descubrimos que estamos colocados de los primeros y eso nos anima y compensa el frío que empieza a hacer.
Durante la noche, el viento arrecia y se plantea un cambio de foque, pero en vez de eso, abrimos el rumbo unos grados y en vez de apuntar a Les Bledes (islotes al W de Ibiza), lo hacemos a Tagomago. Ese sería nuestro error estratégico; al llegar cerca de Ibiza al mediodía siguiente, una encalmada de más de dos horas nos hizo perder en poco tiempo las posiciones ganadas con tanto esfuerzo, mientras la parte de la flota que tomó la opción W nos adelantaba con facilidad.
Del pozo de Tagomago salimos montando un spi asimétrico, que nos hizo derivar a un par de nudos hasta que salimos de la zona de calmas y volvimos, como no, a ceñir a rabiar dirección a los Freus. Esta última parte en un mano a mano con Blouap Dos, un X-34, que me permitió comparar las ventajas/desventajas de usar un foque pequeño (ciñes más pero con menos velocidad) o un génova grande, que te da peor ángulo pero mejor velocidad. Así, nosotros corríamos más pero en bordos más abiertos. Al final aprovechando bien los roles conseguimos cruzar la boya de llegada poco antes que ellos. Hizo del final de regata algo entretenido, pues el resto de la flota de cabeza iba por Es Vedrà y no los vimos, y los que tomaron nuestra misma opción quedaban bastantes millas atrás.
Al final, el resultado no fue tan malo, 11º en la general y los primeros de los que tomaron la opción E (por Tagomago). La entrada al puerto de La Savina con la puesta de sol y los dos días siguientes disfrutando de la isla, ya son tema de otro post: Ophiusa, el regreso.
¡A ver si encuentras tu barco!
Última hora:
Este verano se celebra una edición especial de la regata. la «Ophiusa Temps d’Estiu», dirigida a todos los que quieren cruzar a las islas y les gustaría aprovechar esa fiesta/travesía. Pronto info en la web oficial de la regata: www.regataophiusa.com