Han sido unas semanas muy intensas, muy centradas en la navegación, aunque no siempre en el agua.
Ya comenté que desde su fundación colaboro con Anavre. Durante este año hemos tenido bastante (mucho) trabajo organizando las bases de esta asociación en defensa de los derechos de los navegantes. El caso es que surgió la oportunidad de presentarla al gran público con ocasión del Salón Náutico de Barcelona, y apenas un mes antes hubo que preparar el stand, la cartelería, una presentación en el Espai de Mar. Luego los turnos de permanencia en el stand, afortunadamente con el apoyo de muchos socios; la asistencia a muchas ponencias interesantes, contactos con mucha gente, etc… Más info aquí.
Pero el esfuerzo ha valido la pena, Anavre ya tiene una base sólida y camina hacia un futuro esperanzador ¿Llegaremos algún día a parecernos a la RYA? Quien sabe.
Este pasado fin de semana pude volver al agua a bordo del Naruto en la regata Marbor. Condiciones ideales, con poca ola y entre 8 y 15 nudos. Y como siempre, una salida muy reñida.
Y para redondear, el miércoles, 02 de diciembre de 2009 a las 20:30, la oportunidad de conocer a tres navegantes oceánicos recién llegados de Salvador de Bahía (Brasil), a donde fueron navegando en una de las regatas míticas, la Mini Transat.
Anna Corbella, Toni Weijl y Gerard Marín han cruzado el Atlántico en solitario, a bordo de estos bólidos de tan sólo 6 metros y medio de largo. A Hugo Ramón ya tuve la ocasión de conocerle en el Salón Náutico. Ahora no me quiero perder a estos cracks que vienen a contarnos su aventura. En el Margarita Blue, local ya mítico de Ciutat Vella (Barcelona) Vela, cocktails y aventuras oceánicas. Todo es navegar. Navegar es todo 🙂
El miércoles subo a Llafranc con Aitor y nos encontramos con Jordi. Hemos quedado para subir un velero a Rosas, El Rebufff, un Archambault A35.
Lleva varios días soplando Tramontana y hay un mar ya establecido de proa que nos va a acompañar buena parte del viaje, al menos hasta pasar Cap de Bagur. Por eso nos enfundamos los pantalones de agua ya en el puerto, aunque aún hace bastante calor.
Gregal de unos 18 nudos con rachas de 20 ya a la salida del puerto. Izamos una mayor de dacron para transporte, y un foque 3 que debe ser de kevlar o algo así. El barco corre que se las pela, y aunque llevamos bastante vela para el viento que hace, se aguanta bastante bien. Jordi me dice que es debido a la relación lastre-desplazamiento, que en este caso es del 40%. O sea, que tiene mucho peso en el lastre y poco encima de cubierta. Eso hace el barco más seguro y más cómodo porque no escora tanto.
Poco más de cuatro horas para plantarnos en Rosas. Os dejo unas imágenes.
Esto de las regatas tiene su gracia. Las maniobras son complejas, eso no puede negarlo nadie. Se trata de coordinar a varias personas para ejecutar una coreografía de movimientos impecable, siempre adaptada a las características del viento, las olas, las reacciones del timonel y de los otros barcos… En definitiva, que cada maniobra es distinta a la anterior, y a menudo se lía un pollo, aunque no siempre nos toca a nosotros.
Al poco de volver de Cabrera teníamos la última regata correspondiente al Trofeu Port de Mataró (Trofeo de las regatas de los domingos) en que participo como tripulante del Naruto.
Una Barlovento-Sotavento de tres bastones (ida-vuelta-ida). Buena salida, buen primer bastón, el largo de empopada correcto y al arriar spi para iniciar el tramo final, una mala maniobra y perdemos tres posiciones. Así que sin pensarlo dos veces nos lanzamos al bordo contrario al resto de la flota, buscando más viento mar adentro, y la cosa funcionó. Entramos segundos tras el Mentha (First 45) y primeros en tiempo compensado. Sumando los puntos, nos colocamos en cabeza de la clasificación no sólo en nuestra categoría, sino en la general Força Naruto!.
Atención a la espectacular entrada codo a codo con el Petrvs, que se puede ver en el vídeo…
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Buen ambiente en el Naruto, creo que poco a poco nos vamos compenetrando como tripulación. Ahora ya sólo meto la pata tres o cuatro veces por regata 🙂