Los amigos de Chocolat Factory se han enrollado y nos han montado una regata. A disputar entre El Masnou y Mataró este fin de semana y el que viene.
La de hoy nos ha ido bastante bien. Un día que empezó medio nublado pero con buen viento y aunque ha habido algún momento de descoordinación el resultado ha sido bueno. El domingo que viene concluye el evento, así que tocará ir a darlo todo para mantener esa posición.
Antecedentes: el año anterior fue mi primera regata de altura, así que no pensaba perderme la ocasión de repetir. El Naruto no se apunta, así que quedo con Rik, del Telémaco, aunque ellos van bastante llenos. Óscar, patrón del Tanit necesita tripu, así que… vamos pallá!
Tren hasta Sitges, bajo a Aiguadolç donde buena parte de la flota ya se encuentra amarrada. Descargo la bolsa en el Tanit y vamos a hacer unos arreglos del cable del cargador que no funciona bien. Por la tarde encuentros varios con amigos y conocidos y cena en la discoteca Pachá, que todo hay que decirlo, se lo curraron dando mucho y bueno. Este tema fue una de las (pocas) quejas de los participantes en la edición anterior y este año lo han solucionado de modo impecable. Bravo por los organizadores que escuchan.
Ahora ya conozco a toda la tripu: Óscar, Dani, Toni, Xavi, Marc, Quico y Quim. Tras negociar el avituallamiento, nos vamos al barco cargados con un tupper que dará que hablar. Por la mañana, café rápido y reunión de patrones (Briefing Méteo y de seguridad) donde se confirma lo que ya anunciaban, tendremos viento de morro casi toda la travesía.
Zarpamos sobre las 11 para ir trimando todo el aparejo con tiempo y nos vamos cruzando con el resto de embarcaciones, ¡más de 60! inscritas en la prueba. Un día soleado y brisa suave, ideal para aprender a navegar.
Suena la señal de salida y nos lanzamos a por la boya de desmarque, que no viramos de inmediato como todo el mundo. Seguimos ganando barlovento pues la única opción de role anunciada para mañana es hacia el SW e interesa ir ganando algo. En este momento tenemos viento de S, que es justo el rumbo al que hay que ir, así que no nos permite rumbo directo, como suele ocurrir en el Mediterráneo. Al cabo de un buen rato hacemos el bordo y en pocas horas nos colocamos con el grupo de cabeza pero bastante más a barlovento, lo que es una ventaja, si no rola al revés, claro está.
Como no sopla demasiado fuerte y el Tanit, un Grand Soleil 40, es especialmente bueno con este viento, atrapamos a barcos de mayor eslora que se ven penalizados por su desplazamiento. La pequeña ola de proa la superamos adelantando un poco el carro del escotero del génova. De ese modo la vela de proa embolsa un poco más y tiene más potencia, a costa de perder algo de velocidad y ángulo, claro, que aquí nadie regala nada.
Pasamos la tarde en compañía de delfines que saltan en nuestra proa, disfrutando de la puesta de sol y cenando una estupenda fideuá-instant con croquetas. En la rueda de reconocimiento de las 00:00 (por seguridad cada 6 horas la organización contacta con todos los barcos por radio para saber la posición) descubrimos que estamos colocados de los primeros y eso nos anima y compensa el frío que empieza a hacer.
Durante la noche, el viento arrecia y se plantea un cambio de foque, pero en vez de eso, abrimos el rumbo unos grados y en vez de apuntar a Les Bledes (islotes al W de Ibiza), lo hacemos a Tagomago. Ese sería nuestro error estratégico; al llegar cerca de Ibiza al mediodía siguiente, una encalmada de más de dos horas nos hizo perder en poco tiempo las posiciones ganadas con tanto esfuerzo, mientras la parte de la flota que tomó la opción W nos adelantaba con facilidad.
Del pozo de Tagomago salimos montando un spi asimétrico, que nos hizo derivar a un par de nudos hasta que salimos de la zona de calmas y volvimos, como no, a ceñir a rabiar dirección a los Freus. Esta última parte en un mano a mano con Blouap Dos, un X-34, que me permitió comparar las ventajas/desventajas de usar un foque pequeño (ciñes más pero con menos velocidad) o un génova grande, que te da peor ángulo pero mejor velocidad. Así, nosotros corríamos más pero en bordos más abiertos. Al final aprovechando bien los roles conseguimos cruzar la boya de llegada poco antes que ellos. Hizo del final de regata algo entretenido, pues el resto de la flota de cabeza iba por Es Vedrà y no los vimos, y los que tomaron nuestra misma opción quedaban bastantes millas atrás.
Al final, el resultado no fue tan malo, 11º en la general y los primeros de los que tomaron la opción E (por Tagomago). La entrada al puerto de La Savina con la puesta de sol y los dos días siguientes disfrutando de la isla, ya son tema de otro post: Ophiusa, el regreso.
Aquí un vídeo de la regata.
¡A ver si encuentras tu barco!
Y, ¿qué he aprendido en esta regata?
Al ser tan larga (31 horas en nuestro caso), la estrategia es la clave para obtener un buen resultado. Una maniobra algo lenta o mal hecha te puede hacer perder unos segundos, pero una mala estrategia te hace perder horas.
Mantener la concentración, como en toda prueba larga, también es básico. Concentración a la caña para mantener ángulo y velocidad. Concentración y trimado constante de las velas, y concentración en la estrategia, la posición, etc.
Alimentarse, hidratarse y abrigarse bien. Antes de tener sensación de hambre o frío.
Descansar regularmente por turnos confiando en el resto de compañeros. Estos dos últimos puntos te permiten mantener la concentración cuando te toca estar al 100%
Última hora:
Este verano se celebra una edición especial de la regata. la «Ophiusa Temps d’Estiu», dirigida a todos los que quieren cruzar a las islas y les gustaría aprovechar esa fiesta/travesía. Pronto info en la web oficial de la regata: www.regataophiusa.com
Este lunes por fin pudimos trasladar al INXS! Habíamos quedado la semana, pero una previsión de gregal de 30 nudos nos hizo desistir. Y menos mal, porque en el Cap de Bagur se registraron rachas de casi 50. Ya lo cruzamos con el 35 pies un día con 20 knt; no quiero imaginar las olas que se deben montar con más del doble de viento.
Bueno, al lío, esta vez teníamos vientos portantes de SW, que se quedaron en una popa redonda al poco de salir del RCNB (tuvimos que esperar a las 0900 a que abriesen el puente del Maremagnum). Eso hizo delicado el manejo de la caña para evitar trasluchadas, y no nos podíamos fiar del piloto, así que tocó llevarlo a mano. Suerte de Jordi, que es un máquina y no se despistaba un momento a pesar de las olas cruzadas, el foque en orejas de burro y las roladas constantes. Hacía años que no pasaba tanto frío. Ni entrando en la cabina y tapado con una funda de vela conseguí dejar de tiritar. Tanto que cuando nos alcanzó el frente a media tarde agradecí esos grados más de temperatura y ya no importaba tanto la llovizna que caía intermitente durante todo el día. Al cruzar entre tierra i las islas Formigues ya teniamos 20 nudos de viento aparente que nos hacía planear a más de 10 en las olas que entraban por la aleta.
Al oscurecer, cosas del solsticio, dejamos las islas Medas bien cerca por babor porque las boyas interiores tenían una luz muy débil y no se veían hasta estar encima. El viento de unos 15 nudos, se volvió muy racheado al entrar desde tierra, y nos hacían trabajar a fondo la escota y la contra de la mayor para mantener el control cuando cargaban las rachas de 25 y 30 nudos. Alguna planeada a 13 knts! Sorprendente lo que aguanta el barquito este, y son sólo 31 pies!
A mitad de bahía de Rosas amainó el viento y acabamos poniendo una punta de motor para poder llegar a tiempo de cenar. Los ojos bien abiertos para identificar una piscifactoría que se les ha ocurrido plantar en la línea recta entre el último cabo y la bocana del puerto y que tiene unas luces que se confunden con las de la costa. A las 2000 ya estábamos amarrando. En total 11 horas para unas 80 millas, que nos da una media de más de 7 knts. En el puerto nos trataron de lujo con sopa caliente y entrecot que nos hizo olvidar al instante el frío pasado. Y de postre Taps de Cadaqués, ¡recomendados!
Qué he aprendido: Abrigarse bien es poco. Si el día es húmedo y frío hay que abrigarse mucho… más que mucho. Si te cala el frío hasta los huesos ya es muy difícil entrar en calor.
En cuanto a las rachas, ya lo dicen, el barco aguanta si aguanta la tripulación, así que me buscaré un buen traje de aguas para no ir tan tieso la próxima vez y divertirme más 🙂
A la mañana siguiente, por supuesto soleada y calentita, pasé a despedirme del INXS! antes de volver al trabajo… no será la última 🙂
Y ahora un poquito de vídeo que es como se ve mejor.